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Por: David Boddiger y Fabiola Pomareda/Tico Times
Artículo publicado originalmente en inglés, en el Tico Times:
Costa Rican's president Laura Chinchilla final speech: Light on achievements, heavy on blame
En su discurso final del estado de la nación, del jueves por la noche, la presidenta de Costa Rica, Laura Chinchilla, citó la crisis económica mundial de 2007-2008, las incursiones hostiles de Nicaragua y la prensa sensacionalista como las principales causas de la crisis de su administración, que empezó en el 2010.
Chinchilla, de 55 años de edad, deja su puesto el próximo jueves 8 de mayo y será sustituida por el presidente electo Luis Guillermo Solís, del opositor Partido Acción Ciudadana (PAC).
En un discurso televisado, que duró casi tres horas, Chinchilla felicitó a los 57 nuevos diputados, diciéndoles: “se verán confrontados con la realidad de que integran el congreso políticamente más diverso y fragmentado desde que se inauguró la Segunda República”.
¿La tormenta perfecta?
Casi inmediatamente, Chinchilla, que termina su periodo como la presidenta menos popular del continente americano, asumió un tono sombrío, argumentando: “a nuestro Gobierno le correspondió actuar en tiempos plagados de nubes, que pusieron constantemente a prueba nuestro espíritu y nuestra capacidad de lucha por las causas que debíamos emprender y defender”.
Atribuyó los tropiezos a “circunstancias externas o fortuitas”, que “hicieron más difícil el avance”.
“Me refiero específicamente a la crítica situación de la economía internacional, a los desastres naturales producto del cambio climático, y a la actitud hostil del Gobierno de Nicaragua”, dijo.
Costa Rica y Nicaragua tienen casos pendientes ante la Corte Interamericana de Justicia de La Haya sobre disputas fronterizas que empezaron en el 2010 y los analistas frecuentemente han apuntado que los líderes de ambos países se han beneficiado políticamente del pleito vigente.
Chinchilla también dijo que su administración enfrentó la “peor crisis financiera” desde “la Gran Depresión en los años treintas”. “Las exportaciones cayeron en un 9%, la Inversión Extranjera Directa en un 40% y el turismo en más de un 10%”.
La presidenta agregó que la crisis había desestabilizado al colón. Sin embargo, un artículo del Tico Times publicado en junio de 2012 y titulado “For exchange rate, 5 years of stability,” anotó que “uno de los logros gigantescos de la economía costarricense es que la tasa de cambio de colón a dólar, que ha oscilado en ₡500 por dólar desde el 2007, ya no es fuente ansiedad para los ticos ni las empresas”.
Otro de los grandes retos enfrentados por su administración en los últimos cuatro años, según Chinchilla, fueron los desastres naturales causados por el cambio climático y un terremoto, que costaron a los contribuyentes ₡200 mil millones ($367 millones), o un 1% del Producto Interno Bruto (PIB).
“Hoy, colapsos viales como los que se produjeron en la Ruta Interamericana Norte, en la General Cañas, la Circunvalación y tantas otras más, son tan sólo recuerdos de momentos de gran incomodidad para nuestra población”, dijo.
Después volvió al tema de la agresión por parte de Nicaragua, diciendo que el país es una amenaza “expansionista” a la soberanía costarricense.
El politólogo Gerardo Hernández comentó que este punto de partida del discurso es un mecanismo retórico para orientar la mirada de la ciudadanía hacia factores que desresponsabilizan al gobierno de aspectos que le competen.
“Ese es un mecanismo para distraer de una efectiva rendición de cuentas y tiene una consecuencia discursiva porque lo que retrata es un gobierno que ha sido más reactivo que proactivo”, indicó Hernández.
La politóloga Gina Sibaja, por su parte, dijo que Chinchilla no hizo alusión a las condiciones internas que tenía el país cuando ella asumió el poder.
“Eso hubiera sido una forma interesante de poner en contexto la rendición de cuentas. Creo que no lo hace porque obviamente el gobierno que salía era de Liberación Nacional y entonces mejor no recordar lo que estaba dejando el gobierno de Oscar Arias, y para salvarse de cosas que luego reconoce que no se lograron”, explicó Sibaja.
“Nuestro legado”
La presidenta Chinchilla aseguró que deja el país con mayor balance económico que cuando lo recibió.
Al finalizar nuestro mandato, dejamos una economía estable, que logró recuperar sus niveles históricos de crecimiento y con una franca tendencia hacia la mejora del empleo”, dijo, y agregó que Costa Rica tiene la inflación “más baja de las últimas cuatro décadas”.
Durante estos cuatro años el crecimiento económico fue de un promedio de 5,5%, indicó.
La apertura comercial fue una meta clave de su presidencia y los logros en este aspecto incluyen tratados comerciales con la Unión Europea, China, Perú y Colombia. Con la Ministra de Comercio Exterior, Anabel González, el país se movió hacia la integración de la Alianza del Pacífico, un bloque comercial latinoamericano, cuyos gobiernos fundadores -Chile, Colombia, México y Perú-, han expresado interés en permitir que Costa Rica se una.
Chinchilla reconoció que la apertura comercial no constituye por sí misma la garantía para el desarrollo”; pero que la evidencia demuestra que es un importante motor del crecimiento”.
Según el análisis de Sibaja, en general, a lo largo de todo el discurso hubo una necesidad de hablar en términos comerciales y viendo al sector productivo como el sector empresarial.
“Pero ahí no entran a jugar y en ningún momento menciona a las personas trabajadoras, que somos las que aportamos a ese sector productivo. No menciona a la ciudadanía. Qué pasó con las garantías laborales y el deterioro en las condiciones de trabajo?”, cuestionó Sibaja.
Logros en infraestructura
No es un secreto que la infraestructura en Costa Rica y los procesos de concesiones público-privadas son unas de las grandes limitaciones para el desarrollo del país. Sin embargo, la noche del jueves Chinchilla aseguró que han habido avances significativos en infraestructura, una afirmación que muy probablemente es cuestionada.
Por ejemplo, en abril del 2013, Chinchilla se vio forzada a aparecer en televisión nacional y anunciar la cancelación de un contrato adjudicado a la compañía brasileña OAS por $524 millones para la modernización de la carretera a San Ramón. El proyecto fue fuertemente promovido por su Ministro de Obras Públicas y Transportes, Pedro Castro, exconsultor de OAS.
Recientemente Castro había sustituido al anterior Ministro de Transportes de Chinchilla, Francisco Jiménez, quien salió en el 2012 por otro escándalo que involucraba un monto de $40 millones supuestamente robados del proyecto de construcción de “la trocha” o la carretera 1856, un camino de emergencia que debía ser construido a lo largo de la margen del río San Juan, en la frontera con Nicaragua.
Con sólo 15 meses en el cargo, cinco ministros y cuatro viceministros ya habían tenido que renunciar o ser sacados y para junio del 2013 Chinchilla tenía tan sólo un tercio de su gabinete original. Muchos de los proyectos de infraestructura que mencionó el jueves en la noche -como la expansión del puerto de Moín y la renovación de las rutas 32 a Limón y la de San Ramón- están muy lejos de ser terminados.
Gasto social
“Una de las primeras decisiones que tomamos fue la de proteger la inversión social”, destacó Chinchilla y añadió que durante su gobierno la inversión social llegó a un 23% del PIB.
Citó a su programa orgullo, la Red Nacional de Cuido, una red de guarderías y centros de atención para adultos mayores.
Sin embargo, la socióloga de la Universidad de Costa Rica, Montserrat Sagot, cuestionó el impacto de dicho proyecto, que fue central en la campaña política.
“Lo que hizo fue cubrir a 29,000 niños y niñas, cuando en realidad la fuerza de trabajo femenina de este país son más de 800.000 mujeres. Eso nos da una idea del poquísimo impacto que este proyecto ha tenido”, dijo Sagot.
El gasto en educación y salud alcanzó “niveles históricos”, dijo la presidenta, quien citó un 7,2% y 6,8%, respectivamente. “Gracias a estas inversiones, conseguimos que, pese a los problemas que presentó el mercado laboral, la pobreza no creciera durante este período”.
Pero de acuerdo con el 19no Informe Estado de la Nación, publicado a fines del 2013, los sectores económicos de creciente productividad y movidos por las exportaciones han concentrado el éxito económico del país en unos pocos grupos de élite -sociales y territoriales- contribuyendo a la desigualdad social.
El reporte anotó con preocupación que Costa Rica era el único país de varios otros latinoamericanos, cuyo coeficiente GINI -medida de distribución del ingreso a nivel nacional- aumentó entre el 2001 y el 2011.
El Tico Times reportó en ese momento que Costa Rica estaba entrando en un periodo de inequidad, después de reportar un coeficiente GINI de 0.518, el más alto desde 1987. El 10% más rico de la población costarricense gana 24.8 veces más que el 10% más pobre.
La historia agrega que “sólo un 46,3% de ticos entre 17 y 21 años han completado la secundaria, según el 4to Informe del Estado de la Educación, lo cual les impide aplicar a muchos de los empleos mejor pagados.
No obstante, Chinchilla contradijo el reporte, diciendo: “En educación, logramos reducir la deserción, aumentar significativamente la cobertura educativa, y reducir drásticamente las brechas entre educación urbana y rural, o entre niveles de ingreso”.
Una Costa Rica más segura
Cuando Chinchilla ganó la presidencia en el 2010, su campaña se enfocó fuertemente en mejorar la seguridad pública, que llamó “nuestro mayor compromiso con Costa Rica”.
“El país había alcanzado el nivel de epidemia de la violencia con una tasa de homicidios de 11 por 100 mil habitantes”, dijo en su discurso. “En el plano social la angustia y el enojo crecían ante el despojo y la agresión (...) Costa Rica es hoy un hogar más seguro para quienes lo habitan”.
Citó una disminución de robos de autos, invasiones de casas y robos a mano armada a negocios entre 2010 y 2013. Y afirmó que la tasa de homicidios bajó a 8 por cada 100,000 personas entre 2010 y 2011.
“Procuramos mayor efectividad en la presencia y el trabajo policial. Logramos una acción más efectiva entre la policía, los fiscales y los jueces, que logró disminuir la impunidad”, leyó Chinchilla. “Hoy, cerca de un 90% de los casos pasados por la policía a los tribunales de flagrancia reciben sentencias condenatorias”.
Llamando al crimen organizado “una de las más grandes amenazas”, Chinchilla dijo que los oficiales se habían enfocado “como nunca antes” en los criminales organizados, incluyendo el infame caso de Liberty Reserve, al que la presidenta llamó “la operación de lavado electrónico de dinero más grande de la historia”.
No mencionó que la compañía había operado abiertamente en Costa Rica por siete años antes de ser desmantelada por un operativo global liderado por oficiales de Estados Unidos, con eventual cooperación de las autoridades costarricenses.
Tampoco se disculpó por tal vez el escándalo más grande de su administración, viajar dos veces a Sudamérica en un jet privado supuestamente propiedad de personas vinculadas a narcotraficantes.
Un tema de “percepción”
Chinchilla dijo que sus “aspiraciones” hace cuatro años son ahora logros que han afectado al país positivamente, “pese a las nubes que para algunos opacan la percepción sobre la situación del país“.
Señaló que “Costa Rica es número uno en libertad, paz y democracia en América Latina y una de las mejores del mundo”. “Costa Rica es número uno en progreso social, felicidad y bienestar en América Latina (...) Costa Rica es número uno en capital humano e innovación en América Latina”.
“Entoces el país está bien porque aparecemos bien en ciertos indicadores internacionales, porque estamos mejor que otros países; pero eso es un recurso de evasión de la responsabilidad interna”, dijo el politólogo Gerardo Hernández
Por su parte, Montserrat Sagot opinó que la deuda más grande que deja sin saldar este gobierno con la ciudadanía es en materia de derechos humanos.
Costa Rica aún no ha implementado un fallo de la Corte Interamericana de Derechos Humanos del 2012, que ordena al país a legalizar la fertilización in vitro. Costa Rica es el único país del hemisferio occidental donde el procedimiento es ilegal. Tampoco se ha avanzado en otros temas de derechos de la comunidad LGBT como uniones entre parejas del mismo sexo.
Sagot comentó que “eso es justamente porque Laura Chinchilla sí que negoció con los grupos fundamentalistas religiosos, mantuvo esa negociación, mantuvo esas promesas y nunca se echó para atrás”.
Al final de su discurso la presidental mencionó las cosas en las que su administración se quedó corta, como no poder aprobar la reforma fiscal y la reforma institucional.
Pero en vez de introspección, la presidenta culpó a los evasores de impuestos y a los “individuos o grupos que impiden el avance de importantes políticas que nuestro país requiere”.
Con respecto al fracaso en la aprobación de la reforma fiscal, pieza cave de su propuesta política, Chinchilla culpó a la Sala IV, sin mencionar que su ex Ministro de Hacienda, que fue acusado de ser un evasor fiscal, estaba al mismo tiempo pidiendo aumentos tributarios para el resto de los costarricenses.
Del fracaso en la reforma institucional culpó a los diputados.
Y por uno de los más grandes escándalos de su administración, “la trocha”, culpó a la prensa.
“La ruta fue concebida como respuesta necesaria y urgente a la repudiable invasión a nuestro territorio por parte del ejército de Nicaragua. La obra enfrentó problemas, yo misma los denuncié; pero la cobertura mediática de esos problemas cargada de amarillismo e imprecisión, indujeron a conclusiones equivocadas”, afirmó.
Dijo que la Ruta 1856 es una “obra osada y visionaria”, destinada a permitir el “efectivo ejercicio de nuestra soberanía” e incubar el desarrollo en comunidades pobres que lo necesitan desesperadamente.
La presidenta exclamó: “El costo de la incomprensión que he debido pagar por esta obra, no ha disminuido mi convicción sobre la importancia de la misma”.
“Víctima mediática”, precisó la analista Gina Sibaja. “Hace alusión a los medios de comunicación que la trataron mal, la difamaron, mintieron. Pero a mí me parece que si es así como dice, entonces por qué no han puesto denuncias de nada?. Quedan muchas incógnitas”.
En otro giro extraño, Chinchilla reclamó que sus fallos fueron varios porque ella y los miembros de su administración fueron demasiado ambiciosos.
“Es posible que hubiésemos podido correr menos riesgos si hubiésemos decidido aspirar a menos. El temor al fracaso es la condena del espíritu débil al estancamiento y la mediocridad”, continuó.
Y luego arremetió de nuevo contra la prensa.
“Bien sabemos que las buenas noticias a menudo se dan por descontadas y no reciben la atención que se merecen, y que en las prioridades de los medios de comunicación prevalecen las tragedias, los escándalos y las controversias”, dijo.
“Hoy, cuando ya concluye mi mandato, hago un enfático llamado a los medios de comunicación y a sus profesionales, para que pongan en práctica un profesionalismo creativo, asentado en los hechos, impulsado por la razón, guiado por la rectitud y centrado en el bienestar del país”, enfatizó.
Y Chinchilla terminó su discurso pidiendo que “Dios y la Virgen de los Angeles, bendiga por siempre a Costa Rica”.